
Con mi mamá a la hora de la comida era una guerra campal ya que la carne era el pan de todos los días y si bien por momentos la comía, casi siempre terminaba o en una servilleta o en el estómago de mi perro.
Fui creciendo y dejé de lado ese sentimiento protector hacia los animales, sin haberle restado importancia….era una adolescente y quería vivir y disfrutar como cualquiera. No faltaba una hamburguesa luego de una farra o en un fin de semana con amigas. Los asados aquí en mi casa han sido cosa constante y claro una que otra vez pique una carnecita. El hecho es que si bien cuando era más chica el comerme un buen trozo de carne no manifestaba en mi un rechazo total, actualmente no me pasa por la garganta.
Me volví vegetariana hace unos 2 meses como una decisión personal para no ir en contra de mis principios. Todo coincidió con la creación de mi blog cuando en la búsqueda de información me topaba con escenas o noticias que literalmente me sumían en una inmensa tristeza. Una noche decidí abrir el documental Earthlings en el que explica 5 condiciones en como los humanos tratamos a los animales: mascotas, comida, ropa, entretenimiento y experimentación. Luego de terminar de ver bañada en llanto los dos primeros puntos, mascotas y alimentación, decidí cerrar el documental e intentar dormir.
A la mañana siguiente me desperté y lo primero en lo que pensé fue en las horrorosas imágenes que había visto; me puse a conversar un poco con Rafa y no aguanté más, me desahogué con un sentimiento de frustración y asqueada por el mundo en el que vivimos. Ojo que no vivo en una burbuja y se perfectamente la crueldad con la que convivimos a diario pero creo que los seres humanos aprendemos a tapar con tierra lo que no nos gusta como una especie de salud mental.
Ese medio día en mi casa, a la hora del almuerzo, me parece que había pimientos rellenos con carne molida; luego del primer bocado, no pude más, mientras masticaba la carne, cada animal que había visto en el documental aparecía en mi cabeza por lo que supe claramente que mi alimentación tenía que cambiar.
Si bien no pretendo que el resto lo haga, me llena de emoción cuando se que más personas lo están haciendo. Jamás les pediría a los de mi familia que dejen de comer carne, es una decisión muy personal, sin embargo ayer conversando con mi marido (él no ha visto el documental) me comentó que el otro día en el almuerzo mientras se comía un "rico" pollo no pudo sacarse de la cabeza al animal cuando estaba vivo. Así mismo le pasó con unas hamburguesas congeladas que había en la casa. De la nada me dijo que él está totalmente dispuesto a cambiarse a una dieta vegetariana.
Mi sorpresa fue extrema, me reía, se me iban las lágrimas, hasta cierto punto no me daba cuenta de lo que había pasado. Yo se que él por estar a mi lado inevitablemente está expuestos a ver y sentir como yo. Ustedes ya saben que cuando decidimos rescatar a un animalito, él es el primero en ponerse a la fila y sin su ayuda todo para mí sería cuesta arriba.
Ahora, estamos en la búsqueda de la mejor dieta vegetariana que podamos tener, no conozco mucho sobre el tema y tomamos la decisión de investigarlo y hacerlo. Hoy soy yo la que no come carne mañana serán mi marido y mis hijos. Pero me llena de emoción y de esperanza que cada vez sean más personas las que toman la decisión de cambiar su alimentación no solo como un acto de respeto hacia otros seres vivos, sino como un acto de respeto hacia uno mismo. Es cuestión de tiempo.
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